El arte, para mí, nunca fue una cuestión, ni una pregunta, y tampoco una respuesta. Siempre ha sido, más que nada, mi forma de encontrarme con la vida. A través del arte voy descubriendo lo que quiero ser y hacer, experimentando filosofías, desmontando verdades y abrazando la realidad de que nunca terminaré de entender quién, o qué, soy.
La herramienta del arte es un enorme privilegio que me permite navegar esta constante metamorfosis. Poder expresar mis desamores y pasiones, mis rabias y angustias. Usarla como política, defensa y ataque. Como diálogo, narrativa y memoria. Es un gran río que atraviesa todo mi cuerpo, toda mi alma, y va mucho más allá del tiempo en que vivo.
Por eso me identifico como artista multidisciplinaria. Son tantas las posibilidades y formas de transmitir artísticamente algo que crece dentro de mí —como individuo o como parte de una sociedad— que no puedo evitar la curiosidad de probar y estudiar distintos caminos.
Con base en todo esto, mi investigación más presente, la oscuridad en el arte, es un tema que desarrollo en distintas modalidades artísticas: expresión corporal, literatura y artes visuales. Lo exploro a través de obras de danza, talleres, textos, esculturas… hasta que todo se mezcle entre sí.
Si este camino te interesa, te invito a seguir mi trabajo y no dudes en contactarme. Es un placer compartir un pedacito de lo que soy, y sería hermoso saber de ti —que me lees ahora— cómo te conectas con esta parte de mí.
También me puedes mandar cartas, ¡me encantan!
Un gran abrazo, y gracias.